Esperanza. Convertimos en nuestro dios a aquello en que ciframos nuestra esperanza porque tener esperanza en algo o alguien es un acto de adoración… y la adoración corresponde sólo a Dios. Es su prerrogativa ser la esperanza de su pueblo (Jer. 17:13; Ro. 15:13). Cuando ciframos en otras cosas nuestra esperanza, les rendimos el honor … Sigue leyendo La idolatría del alma excluye al hombre del cielo 3
La idolatría del alma excluye al hombre del cielo 2
Intención. Convertimos en nuestro dios a aquello que más tenemos intención de hacer porque lo que es prioritario en nuestras intenciones es un acto de adoración que debiéramos rendir sólo al Dios verdadero. Siendo él el principal bien, debe ser también la meta final de nuestras intenciones. Ahora bien, lograr nuestra meta final tiene que … Sigue leyendo La idolatría del alma excluye al hombre del cielo 2
La idolatría del alma excluye al hombre del cielo 1
“Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios” (Efesios 5:5). El avaro, al igual que cada uno mencionado en nuestro texto, es un idólatra. No sólo el avaro, sino que también el inmundo, es idólatra. Porque el apóstol, que cataloga … Sigue leyendo La idolatría del alma excluye al hombre del cielo 1
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